jueves, 6 de septiembre de 2012

Despertar una mañana...

Despertar una mañana...

Despertar una mañana y darte cuenta
que no estas en tu cómoda habitación,
no te rodean tus juguetes, tus cuentos,
sino que ahora estas rodeado de blancas paredes,
montañas de libros y hojas a medio arrugar.

Despertarte una mañana y darte cuenta
que la dulce voz que te despertaba no esta,
ahora lo primero que escuchas es la molesta
alarma del reloj, avisando que ya es la hora.

Despertar una mañana y darte cuenta
que el abundante desayuno que te
esperaba en la mesa ya no esta,
y la única opción esta a dos cuadras
en aquella panadería de la esquina.

Despertar una mañana y darte cuenta
que aquel morral verde desteñido
que tenia tu dibujo favorito, ya no esta
y ahora sobre tu hombro aparece 
un distinguido maletín de cuero negro.

Despertarte una mañana y darte cuenta
que ya no eres aquel chiquillo consentido 
y mimado por sus padres,
que lo único que hacia era divertirse,
corretear por el colegio y soñar con ser grande.

Ahora el sueño ha llegado, creciste y con ello
crecieron todas las responsabilidades
y obligaciones que de niño nunca
te advirtieron que iban a llegar.

Despertar una mañana y darte cuenta
que la adultez y madurez han tocado tu puerta
y junto con ellas han llegado las palabras 
"universidad, "trabajo","reuniones" y "formalismos".

Despertarte una mañana y salir corriendo 
porque tienes un importante proyecto
que presentar, y la cola para ir al trabajo
ya ha comenzado...



AD 06/09/2012


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